Cuando probé por 1a vez el Chilmol maya fue gracias a la chef Patricia Quintana, ella vino a Monterrey a dar un curso de cocina mexicana hace años y tuve la fortuna de ser su ayudante. En aquella ocasón quedé impresionada con el sabor y la textura y todo quedó ahi. Luego en un viaje al sur encontré en un mercado que vendian pasta de Chilmol por kilos y la estaban elaborando ahi mismo, de inmediato compre para traer a Monterrey, y fué ahi cuando terminé de enamorarme de su sabor.
Este platillo yo lo llamo "El lado Oscuro de la Luna" y no es otra cosa que ese lugar a donde emocionalmente me voy cuando quiero abstraerme de todo y todos. Ese lugar donde sola conmigo misma siento que disfruto de uno de los mas grandes placeres de la vida, cocinar.
El chilmol se prepara licuando un poco de pasta con agua o caldo y dejandola hervir con un poco de laurel y oregano hasta formar una salsa espesa. Tradicionalmente en el sur se sirve con carne de cerdo, yo aproveche un pedazo de filete de res con una costra afuera y termino medio adentro. Se me ocurrió acompañarlo con un nopal asado y en dados pequeños y por supuesto sal de colima para coronar la carne.
Soy una fanatica de las cosas simples, por ahi dicen que menos es mas, y en esta ocasion comparto este sencillo plato con grandioso sabor. El chilmol se guarda por meses en el refrigerador y no es otra cosa que semillas de anato molidas con diversos chiles quemados.
Considero que no se requiere una receta con medidas y procedimientos por la sencillez de su preparacion. Esta fotografia fue tomada por Luisa Cabello y publicada en el recetario del Bicentenario que pueblico en mayo del 2010 el periodico El Norte, el platillo fue elaborado por una servidora.
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